lunes, 16 de mayo de 2011

Sanar lo Interno

De un fuerte dolor el ser humano decide cambiar. Pero qué ocurre cuando nos acostumbramos a sentir esa sensación tan insana, cuando nos encontramos en un hueco sin salida? Perdemos nuestra libertad. Vamos hacia atrás y  observemos qué es lo que nos ata a llevar ese dolor como si nos perteneciera... en parte si, pues nosotras mismas lo hemos creado, pero no tenemos por que alimentarlo ni mantenerlo allí. Muchas de las cosas que llevamos a rastras es por nuestra misma crianza, observen  a sus ancestras y pregúntense si ellas llevan o llevaron una vida feliz. Seguro al repasar la vida de cada una alguna tuvo una madre que la maltrató porque "pobrecita" a ella también la maltrató su mamá y venimos de una cadena muy fuerte de crianza matriarcal con valores muy buenos hacia la familia pero no hacia la mujer. Perfecto. Ya hay un primer darse cuenta y eso es maravilloso. Ahora que tal si tomas la bandera y decides liderizar una nueva tradición, conservando esas cosas maravillosas que te dejó tu madre, abuela y bisabuela (como aquella receta, hechizo para el amor y esa canción que tanto le gustaba a ella) 

Cuando hablo de valores hacia la mujer me refiero a esas esos valores que nos identifican como seres de la naturaleza, como reflejo de vida primordial, como seres que deben vivir en libertad al expresarse, al amar, al llorar, al sentir a explorar, a tener una sexualidad, sin miedos y sobre todo en ser feliz. Nuestras madres en su mayoría nos enseñaron siempre lo que NO se debe hacer y aquello que para ellas era bueno, era lo que para sus abuelas y bisabuelas era bueno. Nuestras madres estaban ahí para corregirte, para decirte que estabas muy gorda, para aconsejarte que eso estaba malo, que ese hombre no te conviene, ni esa amiga. Parecían medidoras de lo negativo, cosa que se agradece, pero que tal si a la inversa no hubieran mostrado lo positivo. Creo que hubiéramos cultivado una conciencia distinta y mucho mas libre. Acaso no comíamos mas? o nos hacíamos exactamente lo contrario, vivíamos una vida de rebelión luego en la adolescencia? Es simple.

La mujer por naturaleza, su naturaleza salvaje, necesita libertad... libertad que cuando no se tiene o se castra o se disfraza se convierte en descontrol. Yo comparo a la mujer con Gaia, la Madre Tierra. Lo femenino tiene sus matices, el mar es libre. Si colocas una pared como represa tarde o temprano la fuerza del agua arrastrará y tumbará esa barrera. Las barreras para las mujeres han sido las leyes sociales, pero no debemos echarle la culpa al hombre, las mujeres somos responsables de mantener esas tradiciones y criar hijos varones con esos preceptos que no le dan a la mujer la elección de ser ella misma. 

Toma el estandarte y comienza por tu sanación, sanando esas heridas y sanando a la loba que también está a tu lado dándole tu fortaleza. Por que este cambio se realiza junto a tu tribu. Cada una tiene la misión de correr junto a otra, compartir aullidos,  regalar sabiduría y sonrisas. Sanando juntas.

Luego de esa sanación estaremos listas para ir en busca de esa diosa interna, que aun no ha despertado.

Ver: Recetas para sanar 

Bendiciones
y muchos aullidos para todas.  

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